La vuelta al colegio a veces lleva inquietudes a los padres que se preguntan porque su hijo está sufriendo dificultades para aprender. También la aparición de conductas como acercarse mucho al papel o la televisión, cerrar un ojo para fijar, entrecerrar los dos ojos para mirar de lejos, desviar uno o los dos ojos y/o frotarse son motivos de consulta. Todo esto, junto con la aparición repetitiva de orzuelos o de dolores de cabeza frecuentes, además de picor y lagrimeo, pueden ser indicativos de alguna problemática.

En este momento es necesario hacer una revisión de control en la óptica, permitiendo así poder detectar lo antes posible las alteraciones visuales y evitar posteriores problemas de rendimiento escolar.

Pero ¿cómo se relaciona el fracaso escolar con la visión?

Los problemas de aprendizaje habitualmente están relacionados con la comprensión lectora y el cálculo matemático. Estas habilidades se adquieren no sólo contando con una buena vista, sino también con una buena visión.

Entonces, ¿hablar de vista y hablar de visión no es lo mismo?

No exactamente. El término vista hace referencia a la capacidad para ver objetos o estímulos de un tamaño determinado a una distancia determinada. En cambio, visión es un concepto que hace referencia a una serie de habilidades visuales, incluida la vista, que en conjunto permiten comprender correctamente lo que se está viendo.

Para realizar la evaluación de la visión, el óptico optometrista realizará pruebas como la refracción ocular, el estudio de la acomodación y la binocularidad, la velocidad lectora o las habilidades visuoperceptivas. Además será él quien, en función de los resultados obtenidos, determinará la necesidad de la adaptación de una prescripción optométrica, en gafas o lentes de contacto, o la necesidad de la aplicación de un programa de terapia visual o de pautas de mejora de la ergonomía.

Óptica Alós ofrece la ayuda que sea necesaria para alcanzar una mejor visión.