Tanto las radiaciones que vienen del sol como las de los dispositivos electrónicos, provocan efectos adversos en los ojos y en la piel.

De entre las radiaciones más nocivas para los ojos encontramos:

• La radiación infrarroja (IR)

La radiación infrarroja (IR) se propaga en forma de calor. Esta penetra en nuestra piel contribuyendo a la destrucción del colágeno y favorece la aparición de arrugas.  A nivel ocular acelera el envejecimiento del contorno de los ojos, provoca quemaduras retinianas y opacidades del cristalino. Además por su efecto “calor” incrementa la evaporación de la lágrima provocando mayor incomodidad ocular y eritema.

• La radiación ultravioleta (UV)

Conocida por ser capaz de provocar en muy poco tiempo  efectos dañinos irreversibles, como degeneración macular, cataratas corticales, pinguéculas, envejecimiento  y melanomas en la piel de los párpados.

• La radiación azul

La luz led, las tablets, los móviles los portátiles… emiten una dosis muy elevada de luz azul. Esta radiación  incide en la hormona que regula el sueño, la melatonina, provocando insomnio, sequedad, pesadez de ojos y dolor de cabeza.

El ojo del ser humano es, por naturaleza, resistente a los daños causados por la luz. Sin embargo, la edad, el grado de pigmentación de la piel, la nutrición y el estado bioquímico genético pueden provocar vulnerabilidad. Para prevenir y protegerse de estas radiaciones existen tratamientos específicos  para las lentes de unas gafas.

Ven a Óptica Alós y pregunta por los tratamientos que te protegen de las radiaciones nocivas para los ojos.